José Antonio Labordeta
La voz más querida
Zaragoza, 1935 – 2010
El cuarto hijo de Miguel Labordeta y Sara Subías vivió su niñez en un país y una ciudad ahogados en el silencio y la escasez de posguerra, pero desde el principio buscó resquicios que filtrasen aires de libertad. Los encontró en amigos de infancia, adolescencia y juventud (como Emilio Gastón y Vicente Cazcarra) con quienes nunca perdería el contacto. Los encontró, pese a la distancia de catorce años, en el hermano mayor al que admiraba y gracias al que también él se hizo poeta. Los encontró en los veranos en Canfranc…
Los estudios primarios en el Colegio Alemán y en el Santo Tomás (propiedad de la familia), el Bachillerato, dos cursos en Derecho hasta derivarse a Filosofía y Letras, la afición al teatro… fueron paralelos a un despertar a la literatura que tuvo su colofón en las sesiones del Niké, la revista Orejudín y la publicación de Sucede el pensamiento en 1959. Al año siguiente se licenciaba y marchaba a Francia como lector de español en la Universidad de Aix-en-Provence, donde pudo escuchar a George Brassens y a Jacques Brel.
Vida
Tras aprobar las oposiciones de Educación Secundaria y recién casado con Juana de Grandes, ambos son destinados al instituto de Teruel (él como profesor de Geografía, Historia y Arte, ella de Latín). Durante seis años de gran intensidad vital, José Antonio despliega una gran actividad docente y cultural tanto en el instituto como en el Colegio Menor San Pablo, con compañeros como Eloy Fernández Clemente o José Sanchis Sinisterra y un prometedor grupo de alumnos y alumnas.
Por entonces reactivó su vena poética y musical: publicó Las Sonatas en 1967 y un año después ponía acordes a algunos de sus poemas, de los que sacó cuatro canciones para un disco (Andros II) que sería retirado por la censura. Tardará en volver a registrar su música: será ya en 1974 con Cantar i callar (ahora ya un LP), después de haber crecido como poeta (en esos años publicaría los poemarios Cantar y callar, Treinta y cinco veces uno y Tribulatorio).
Obra
En 1970, los Labordeta vuelven a Zaragoza con sus hijas Ana y Ángela (Paula nacerá poco después): les esperan las aulas del instituto Pignatelli en el Alto Carabinas. Con Eloy, su amigo y compañero en Teruel, José Antonio funda Andalán, una publicación quincenal que habrá de convertirse en referencia de la oposición democrática al franquismo, del aragonesismo y una herramienta cultural de primer orden. Andalán se presentó en L’Aínsa en septiembre de 1972. Un año más tarde, participó en el I Encuentro de la Canción Popular Aragonesa. Labordeta empieza a ser popular, se le llama para semanas culturales y recitales en barrios y en localidades de todo Aragón.
Polifacético
Tras Cantar i callar, sus discos Tiempo de espera y Cantes de la tierra adentro marcan los momentos críticos de la Transición (la muerte de Franco, las esperanzas e incertidumbres en un horizonte de libertades…). Se compromete con el proyecto político del Partido Socialista de Aragón, en el que coincide con muchas gentes de Andalán, con Emilio Gastón, con Santiago Marraco… Articulista en prensa, con secciones en Andalánllenas de ironía y retranca como “El dedo en el ojo” o “Historias de Paletonia”, sigue dando rienda suelta a la creatividad y a su necesidad de contar cosas: a su disco en directo de 1977 siguen nuevos trabajos: Que no amanece por nada, Cantata para un país, Las cuatro estaciones, Qué queda de ti, qué queda de mí… Recitales, giras, poemarios (Método de lectura), relatos, ensayos, libros de memorias y de viaje (Con la voz a cuestas, Aragón en la mochila)… a mediados de la década de 1980 debe solicitar una excedencia en su plaza de profesor.
Desde entonces y hasta el cambio de siglo diversificará más todavía sus actividades en la canción. Entre 1985 y 2001 publica: Aguantando el temporal, Qué vamos a hacer, Trilce, el recopilatorio Canciones de amor, Paisajes y Con la voz a cuestas, además de un par de discos en directo (Tú y yo y los demás y Recuento). Además, en esos años publicó sus ensayos Tierra sin mar y Banderas rotas, las novelas El comité y Mitologías de mamá y los poemarios Jardín de la memoria, Diario de un náufrago y Monegros. Para entonces, sus clásicos “Canto a la Libertad”, “Aragón”, “La Albada”, “Somos”… eran ya mucho más que simples canciones.
Pero lo que le hizo popular en la década de 1990 fue su aparición en la serie documental de Televisión Española Un país en la mochila. Guionista y presentador, Labordeta interpretaba a un viajero por la España rural, con un roce y una mirada lúcida sobre esa realidad que sedujeron a millones de televidentes. Ya había mostrado dotes de actor en pequeños papeles ocasionales, pero fue aquí donde su afán por la literatura de viajes y por ahondar en lo popular tomará carta de naturaleza.
Eso coincidió con su entrada en política. Aceptó el reto de Chunta Aragonesista de concurrir a unas elecciones sin mayor ambición que la de prestarse a una representación pública. En 1999 obtuvo un acta en las Cortes de Aragón y al año siguiente, 75.000 votos le llevaron al Congreso de los Diputados. Su primera legislatura coincidió con la mayoría absoluta del Partido Popular, y en ese contexto abanderó la oposición al Plan Hidrológico Nacional que abría el paso a un trasvase de aguas del Ebro, y se mostró contrario al apoyo de España a la guerra en Irak. Entre 2004 y 2008, bajo gobierno socialista, se destacó en la comisión investigadora de los atentados del 11-M. Y en más cosas: en su denuncia de los abusos de poder y de los desequilibrios territoriales, en su defensa de la dignidad y de la justicia social, etc. Muchos, aragoneses o no, le hubiesen votado o no, se sentían representados por esa forma de hacer política, concebida como un servicio al ciudadano. De su experiencia como parlamentario hizo balance en Memorias de un beduino, con un sentido del humor y una ternura similares a los de Regular gracias a Dios, publicados ambos libros cuando la enfermedad le estaba minando.
Durante sus años de parlamentario no había dejado la literatura (Cuentos de San Cayetano, la novela En el remolino, poemas sueltos en publicaciones, en algún blog…) ni la música, compartiendo bolos y algunas grabaciones con sus amigos Joaquín Carbonell y Eduardo Paz. Nunca había dejado de trabajar, pero la vida pública pedía un respiro. Vinieron entonces los reconocimientos: el que le brindaron Rolde de Estudios Aragoneses y la Sociedad de Autores en noviembre de 2008 en el Teatro Principal de Zaragoza, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, el doctorado honoris causa de la Universidad de Zaragoza…
Ninguno de esos homenajes pudo compararse al duelo y al clamor popular que José Antonio Labordeta congregó en torno a su memoria a partir de su muerte en septiembre de 2010. Fue “un hombre sin más”… y muchas más cosas.
Referencias
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- Javier Aguirre, coord. (2008): José Antonio Labordeta. Creación, compromiso, memoria. Zaragoza, Rolde de Estudios Aragoneses – Fundación Autor.
- Antonio Pérez Lasheras, ed. (2011): Para creernos vivos todavía (José Antonio Labordeta en la memoria). Zaragoza, REA.
- Antonio Pérez Lasheras (2011): La duda del paisaje (Vida y obra de José Antonio Labordeta). Zaragoza, Eclipsados.
- Joaquín Carbonell (2012): Querido Labordeta. Barcelona, Ediciones B.
- Daniel Viñuales, Carlos Azagra, Encarna Revuelta (2018): TeBeO Labordeta. Zaragoza, GP Ediciones-Fundación José Antonio Labordeta.
- Daniel Viñuales, Carlos Azagra, Encarna Revuelta (2020): Señoría Labordeta. Zaragoza, GP Ediciones- Fundación José Antonio Labordeta.
- Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Antonio_Labordeta
- Web de la Fundación José Antonio Labordeta: http://www.fundacionjoseantoniolabordeta.org/
La magnitud de estudios y publicaciones en torno a la figura y obra de José Antonio Labordeta es muy abundante. Aquí mostramos tan solo referencias generales y más actuales.
En cuanto a su obra propia, además de los discos y libros citados a lo largo de la biografía (a los que podríamos sumar su ensayo sobre Miguel Labordeta, con Javier Delgado en 1987, o el libro de viajes Un país en la mochila, de 1995), podemos añadir diferentes recopilaciones y rescates de canciones, poemas, relatos y otros textos inéditos o dispersos en revistas. En vida, por ejemplo, el libro de artículos Los amigos contados(1994), o Dulce sabor de días agrestes. Antología de poemas y canciones (2003, edición a cargo de Javier Aguirre). Y después…
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- VV. AA. (2011): Canto a la Libertad. Un himno para un pueblo. Zaragoza, Comisión Promotora “Canto a la Libertad, himno de Aragón”. En relación con esta iniciativa, puede verse el documental realizado en ese mismo año por Vicky Calavia: Canto a la Libertad, himno de Aragón.
- José Antonio Labordeta (2011): Historia de Paletonia. Zaragoza, Comisión Promotora “Canto a la Libertad, himno de Aragón”.
- José Antonio Labordeta (2011): Setenta y cinco veces uno. Poesía reunida (1945-2010). Zaragoza, Eclipsados.
- Las recopilaciones de cuentos Mercado Central (2011) y Paisajes queridos (2017).
- El disco En el jardín de la memoria (2016).
También podemos citar dos piezas audiovisuales de gran interés: la película documental de 2020 Un país en Labordeta (dirigida por Charlie Arnaiz y Alberto Ortega), y Labordeta, un hombre sin más (Gaizka Urresti y Paula Labordeta, directores; guion de Ángela Labordeta y Miguel Mena), que tiene previsto su estreno en septiembre de 2022.
Actividades didácticas
Antes de comenzar, recuerda que puedes acceder a la discografía de Labordeta a través de los siguientes botones. En ellos puedes buscar los temas musicales que nombramos y encontrar así apoyo audiovisual para algunas de las actividades que se proponen.
Labordeta y Aragón
Profesor, poeta, narrador, cantautor, actor, comunicador, político (más apropiado sería llamarle “hombre público”)… José Antonio Labordeta es un personaje fundamental para entender el Aragón de la segunda mitad del siglo XX. Los años de la dictadura y de la represión, los tiempos ilusionados (e inciertos) de la transición a la democracia y de la lucha por las libertades, la recuperación de la identidad y la autoestima entre los aragoneses… son atravesados por su peripecia vital.
Aragón entero es el centro de sus desvelos. La canción “Aragón” fue una de las primeras que Labordeta grabó y cantó en sus recitales. Estas son sus primeras estrofas:
Polvo, niebla, viento y sol
y donde hay agua, una huerta;
al norte, los Pirineos:
esta tierra es Aragón.
Al norte, los Pirineos
al sur, la sierra callada,
pasa el Ebro por el centro
con su soledad a la espalda.
Dicen que hay tierras al este
donde se trabaja y pagan…
Hacia el oeste el Moncayo
como un dios que ya no ampara.
¿Encuentras paralelismos con la canción “Aragón” de Labordeta? ¿Por qué se habla tanto de la tierra seca, por qué crees que se da tanta importancia al agua?
Tal vez entendamos el porqué de ese mensaje si conocemos un poco mejor el contexto de la década de 1970, en el que se concibieron esas canciones (u otras, como “La Albada” de Labordeta, “Los de Huesca y de Teruel” de La Bullonera, o “Cuando vayas a Huesca”, de Joaquín Carbonell, por ejemplo).
En Aragón, la oposición al franquismo y las demandas de libertad manifestadas desde muchos ámbitos de la sociedad (Universidad, movimiento obrero, campesino y vecinal, colegios profesionales…) confluyeron con una conciencia regional manifestada en episodios como la oposición al proyecto de trasvase del Ebro. La aparición de Andalán, el descubrimiento de la propia historia, las semanas y jornadas culturales completaron un mosaico al que se sumarían diferentes opciones políticas. Y con todo ello, la canción popular aragonesa: un fenómeno que superaba lo estrictamente musical para identificarse con las ansias de libertad, de reivindicación autonomista y democrática. Era constante la sucesión de encuentros y recitales, individuales o colectivos, completando programas de fiestas y encuentros de asociaciones, como guinda de semanas culturales, o aportando la nota musical y reivindicativa a actos políticos.
Busca información y asigna el año correspondiente a cada uno de estos acontecimientos. De esta forma podrás ordenar cronológicamente la secuencia.
- Aprobación del Estatuto de Autonomía
- Primer encuentro de la Canción Popular Aragonesa
- Decreto de Preautonomía y manifestaciones autonomistas
- Primeras elecciones autonómicas
- Muerte de Franco
- Primer encuentro autonomista en Caspe
- Primer número de Andalán
- Primeras elecciones generales democráticas
- Oposición al trasvase del Ebro
- Primeras elecciones municipales democráticas
- 1972: ……………………………………………………………………………………………
- 1973: ……………………………………………………………………………………………
- 1974: ……………………………………………………………………………………………
- 1975: ……………………………………………………………………………………………
- 1976: ……………………………………………………………………………………………
- 1977: ……………………………………………………………………………………………
- 1978: ……………………………………………………………………………………………
- 1979: …………………………………………………………………………………………..
- 1982: ……………………………………………………………………………………………
- 1983: ……………………………………………………………………………………………
Soluciones: 1972 (7), 1973 (2), 1974 (9), 1975 (5), 1976 (6), 1977 (8), 1978 (3), 1979 (10), 1982 (1), 1983 (4)
Al principio fue Teruel
No podemos entender el papel que Aragón juega en las canciones de Labordeta, sin captar lo que Teruel significó para él como descubrimiento. Nos cuenta Antonio Pérez Lasheras:
Teruel supuso en la biografía espiritual de José Antonio el contacto con una realidad social para él desconocida hasta entonces: el campo, los masoveros, ese mundo rural tan mitificado como desconocido por los intelectuales de procedencia pequeño-burguesa. Sus primeras canciones manifiestan este descubrimiento: la dureza en que viven las gentes de esos lares. Es también importante este momento por suponer el asentamiento de su voz poética, la asimilación de un yo poemático que pasa a representar la “voz de los sin voz”, el nosotros de quienes no son capaces o no pueden levantar su propio mensaje.
¿Qué son los mases y quiénes son los masoveros? ¿Qué quiere decir con “la voz de los sin voz”? ¿Por qué crees que dice que se pasa de un “yo” a un “nosotros”?
A los masoveros dedica Labordeta una canción de su disco Cantar i callar (1974)
Tierra para labrar
agua para sembrar
eso quieren los hombres
que están arriba en aquel mas.
Eso quieren los hombres
que están arriba en aquel mas.
Pastos para el ganao
hijos para criar
y al llegar el invierno
tener su leña p’a calentar.
Y al llegar el invierno
tener su leña p’a calentar.
Frutos en el frutal
fuerzas para segar
y al entrarles la muerte
tener su tierra p’a descansar.
Y al entrarles la muerte
tener su tierra p’a descansar
La vida que relata es muy rutinaria, de trabajo duro y poco descanso, y con un final más bien triste. Labordeta vivió en Teruel y conoció esas realidades hace casi sesenta años. ¿Conoces a personas que se dediquen a la agricultura o a la ganadería? (tal vez en tu familia, algún pariente… a lo mejor vives en una ciudad pero tienes un pueblo al que ir en vacaciones y fines de semana). Quizá la vida de quienes trabajan en el campo no sea ahora tan sacrificada, pero igual tienen otros problemas. Pregunta sobre ello si tienes a alguien cercano.
Canciones de desarraigo… y de esperanza… y de ironía
Muchas canciones de Labordeta hablan de ese mundo rural, de los emigrantes, del abandono de modos de vida tan duros, del desarraigo…
En su disco en directo de 1977, Labordeta incluía la canción “Regresaré a la casa”.
Regresaré a la casa,
La casa de mi padre,
Abriré la ventana
Y que la limpie el aire.
Que limpie la esperanza,
Que arrastre los recuerdos
Y arranque de los muros
Los retratos ya viejos.
Que azote las arañas,
Las ratas campesinas
Que invaden los rincones,
Donde murió la vida.
Regresaré a la casa…
Renovaré los suelos,
El techo, los tejados
Y el muro que soporta
Los cierzos más airados.
Blanquearé el silencio,
El patio, la cadiera
Y el rincón donde niños
Crecimos hacia fuera.
Regresaré a la casa…
Y cuando respirables
Resulten las alcobas
Traeré a mis compañeros
Para iniciar la obra
De levantar un árbol
Delante de la puerta
Que dé cobijo al aire
Y al hombre le dé sombra.
Regresaré a la casa…
¿Cómo aprecias esta letra? ¿es tan triste como la de los masoveros, o deja un hueco a la esperanza y al futuro?
Labordeta habla de realidades difíciles, pone los problemas sobre la mesa, pero también detecta soluciones. En el fondo, después de lo malo, pueden venir tiempos mejores.
El fenómeno de la despoblación está muy presente hoy días en discursos, en las agendas de los políticos, en los medios de comunicación, en reivindicaciones como las de la “España vaciada” y en peticiones justas de igualdad a la hora de repartir recursos y servicios… Todo eso, lo sabemos, viene ya de largo. En sus canciones Labordeta lo trataba… pero también veía ocasión de sacar su ironía.
Las “Meditaciones de Severino el sordo” van por ahí:
Arremójate la tripa
que ya viene la calor
que luego, en el mes de Agosto,
no suelta el agua ni Dios.
Evaristo el cuchillero
se ha comprado ahora un camión
y pasando el puente en Fraga
desde arriba lo midió.
Los hijos de la María
se han marchado a Nueva York;
uno trabaja de negro
otro de indio en un salón.
Marcelino y la Miguela
se han ido a la emigración;
ahora dicen «guntentajen»
«aufidersen», chulico.
De cien vecinos que éramos
ya solo quedamos dos;
Don Florencio, que es el amo
y un seguro servidor.
Don Florencio vive en Huesca
aquí solo quedo yo,
con una cabra mochales
una gaita y un tambor.
Un día cojo la cabra
la trompeta y el tambor
y me voy a Zaragoza
y que pregone el patrón.
¿Crees que ver las cosas con desenfado y con humor ayuda a afrontar mejor los problemas que si nos los tomamos muy a la tremenda? ¿Has tenido alguna situación personal, con tu familia, con tus amigos o amigas que te haga pensar en ello? ¿Tal vez un conflicto o un problema que, al buscarle algún lado gracioso, haya perdido importancia?
Labordeta recurre mucho al humor, a la ironía, a la socarronería… En el periódico Andalán publicó en 1977 y 1978 por entregas la Historia de Paletonia, que es una metáfora del Aragón de esos años: un país que se buscaba a sí mismo sin encontrarse, con especuladores, aprovechados, pobladores cuyo “oficio” es emigrar, poca autoestima, poco aprecio a la cultura… El autor deformaba la realidad acentuando lo grotesco, lo chocante, con la intención de sacar una crítica a cosas como, por ejemplo, la falta de iniciativa:
El comercio va mal, porque los pueblos sometidos al dominio de los paletones apenas si practican otro comercio que el de la supevivencia. Y a los paletones lo que les gusta es el ahorro. Su máxima es “Quien vende, muere”. Y todos se mueren, pero no venden. Ni compran. Y así va el país.
El volumen recopilatorio de esos artículos de Historia de Paletonia aparece entre las referencias.
Hablan los poetas
En Labordeta conviven ese carácter socarrón y un cierto aire severo. El diputado serio y respondón en las Cortes se combina con el personaje público rocero y popular. Todo ello, en el fondo, forja la realidad de una persona cariñosa y tierna, con una gran sensibilidad.
Siguiendo con el contraste… sus himnos más reivindicativos y de tema social, esas canciones apreciadas como símbolos de lucha, como “El Canto a la Libertad”, acompañan a otras letras mucho más poéticas. Su poesía es muy intimista, muy personal y humana.
La nostalgia de las causas perdidas está en versos como estos de Banderas rotas:
He puesto sobre mi mesa
todas las banderas rotas
las que rompió la vida
la lluvia y la ventolera
de nuestra dura derrota.
En este parece apelar a recuerdos de infancia (de Jardín de la memoria, 1985):
Pequeñas palabras en el aire
atemorizan la soledad de los paisajes
y el tenue olor a invierno
que azota las ventanas.
Las pequeñas palabras –vino,
amor, padre, silencio– continúan
rodando por los labios
como días recién inaugurados.
Y apela a valores universales en pocas palabras (en Diario de un náufrago, 1988)
Y el mar
como una gota de paz
en la esperanza.
¿Qué temas predominan en estos poemas? ¿Crees que es una poesía grandilocuente o contenida y más atenta a lo pequeño, al detalle?
Busca en la plataforma “The books movie” estos textos recitados de dos poetas muy vinculados a José Antonio Labordeta.
Un viaje iniciático
En el otoño de 1969, un amigo de la infancia, José Antonio García Dils, afincado en Suecia, pidió a Labordeta que actuase en unos conciertos en beneficio de los presos de la dictadura franquista. Él estaba empezando su carrera musical y estaba muy triste tras la muerte de su hermano Miguel. Le había dedicado versos como estos:
Dejó después
su mano entre las manos y se nos marchó
con un suave silencio
que el viento rompió.
Su soledad
abrió por los caminos la necesidad
que levanta a los hombres
a la libertad.
Con esa pena se fue, pero para él fue una experiencia que marcaría su trayectoria posterior. Mats Lundahl, el joven estudiante sueco que acompañó a Labordeta en ese viaje, narró mucho después aquella peripecia. Todo ello está en el libro Viajes a Ultima Thule. Labordeta en Suecia, editado por Rolde de Estudios Aragoneses en 2017.
Investiga. En 1969, ¿qué régimen político había en Suecia? ¿Crees que había mucho contraste con la España del momento? El joven cantautor hizo algunas declaraciones a la prensa sueca que salieron entre grandes titulares mezclados con críticas a Franco. Afortunadamente para él, nadie en España se enteró. ¿Crees que podría haber tenido represalias al volver a España?
Amigos para la eternidad
Para José Antonio Labordeta, la amistad fue algo fundamental. Amigos de infancia, adolescencia y juventud, más otros a quienes conoció más tarde y con los que conectó a la perfección. Te presentamos a cinco de ellos (todos ya fallecidos) cuyos nombres podrás, tras investigar sobre sus vidas, relacionar con la definición adecuada.
- Emilio Gastón a) Abogado y poeta, diputado del PSA, fue el primer Justicia de Aragón en época contemporánea
- Vicente Cazcarra b) Compañero en Andalán, especialista mundial en arte mudéjar
- Gonzalo Borrás c) Fue alumno de Labordeta en Teruel, periodista, escritor y cantautor
- Félix Romeo d) Escritor y activista cultural, murió con tan solo 43 años
- Joaquín Carbonell e) Sufrió cárcel durante la dictadura, lideró el Partido Comunista de España en Aragón
Soluciones: 1-a, 2-e, 3-b, 4-d, 5-c
Dedicado a tantos compañeros de fatigas y batallas, en 1984 compuso un hermoso canto generacional: “Somos”.
Somos
Como esos viejos árboles
Batidos por el viento
Que azota desde el mar.
Hemos
Perdido compañeros,
Paisajes y esperanzas
En nuestro caminar.
Vamos,
Sintiendo en las palabras
Las huellas de los labios
Para poder besar.
Tiempos
Futuros y anhelados
De manos contra manos
Izando la igualdad.
Somos
Como la humilde adoba
Que cubre contra el viento
La sombra del hogar.
Hemos
Perdido en nuestra historia
Canciones y caminos
En duro batallar.
Vamos
A echar nuevas raíces
Por campos y veredas
Para poder andar.
Tiempos
Que traigan en su entraña
Esa gran utopía
Que es la fraternidad.
Somos
Igual que nuestra tierra
Suaves como la arcilla
Duros del roquedal.
Hemos
Atravesado el tiempo
Dejando en los secanos
Nuestra lucha total.
Vamos
A hacer con el futuro
Un canto a la esperanza
Y poder encontrar.
Viejos
Cubiertos con las manos
Los rostros y los labios
Que sueñan libertad.
Somos
Como esos viejos árboles.
De lo local…
Labordeta es profundamente aragonés y profundamente zaragozano. A su ciudad natal le dedicó amores y odios por igual en su “Zarajota blues” (en Aguantando el temporal)
Esta vetusta ciudad
vieja como ninguna
que te observa caminar
como si vas por la luna
La amo
la odio
le tengo un cariño ancestral
Esta ciudad, Zaragoza
siempre se quiere dejar
junto a la boira y al cierzo
y a parte del personal.
La amo…
Camino por sus callejas
con la nostalgia del mar
para que ahogue la envidia
y nos pueda liberar.
La amo…
Quieta en la orilla del río
espantada al tiempo
sujeta al desvarío
loca de calles locas
solitaria
con plazas deslumbradas
y paisajes al borde del silencio.
La amo…
Madrastra
madre inútil
invierno de un estío brutal sin primavera
y ese otoño dulcísimo
que afila las paredes de tus viejas murallas
cayéndose por todas tus ventanas.
La amo…
Vieja tumba crecida a mis espaldas
¿a qué hora abandonas el mundo
para huir con nosotros hacia la hermosa mar
tan dulce y tan lejana?
La amo…
Esta madrastra terrible
que crece entre los secanos
arrebatándole al Ebro
la fuerza de entre sus manos
La amo…
Espero que un día baje
un fuego de libertad
que le rebaje los humos
de ser una gran ciudad.
La amo…
Tres cosas encontrarás
si en Zaragoza te metes
la envidieta, la locura
y un trozo de libertad.
La amo…
Marca sobre un plano de Zaragoza, estos lugares emblemáticos en la Zaragoza de José Antonio Labordeta:
-
- Plaza de San Cayetano, o del Justicia, y el entorno de Mercado Central, el espacio de su infancia
- Teatro Principal, escenario del hito fundacional de la canción popular aragonesa
- Café de Levante. Lugar de de conversación entre muchos cortados
- Fundación José Antonio Labordeta, depositaria y reponsable de difundir su legado
- Restaurante Casa Emilio. Lugar de encuentro, celebración, compromiso y amistad
- Parque Grande José Antonio Labordeta, bautizado así tras su muerte
… a lo universal…
Labordeta compuso el “Canto a la Libertad” en 1975, y desde los primeros recitales fue coreado como un auténtico himno.
Habrá un día en que todos
Al levantar la vista,
Veremos una tierra
Que ponga libertad.
Hermano, aquí mi mano,
Será tuya mi frente,
Y tu gesto de siempre
Caerá sin levantar
Huracanes de miedo
Ante la libertad.
Haremos el camino
En un mismo trazado,
Uniendo nuestros hombros
Para así levantar
A aquellos que cayeron
Gritando libertad.
Habrá un día en que todos
Al levantar la vista,
Veremos una tierra
Que ponga libertad.
Sonarán las campanas
Desde los campanarios,
Y los campos desiertos
Volverán a granar
Unas espigas altas
Dispuestas para el pan.
Para un pan que en los siglos
Nunca fue repartido
Entre todos aquellos
Que hicieron lo posible
Por empujar la historia
Hacia la libertad.
Habrá un día en que todos Al levantar la vista, Veremos una tierra
Que ponga libertad.
También será posible
Que esa hermosa mañana
Ni tú, ni yo, ni el otro
La lleguemos a ver;
Pero habrá que forzarla
Para que pueda ser.
Que sea como un viento
Que arranque los matojos
Surgiendo la verdad,
Y limpie los caminos
De siglos de destrozos
Contra la libertad.
Habrá un día en que todos
Al levantar la vista,
Veremos una tierra
Que ponga libertad.
Habrá un día en que todos
Al levantar la vista,
Veremos una tierra
Que ponga libertad.
A la muerte de José Antonio Labordeta, una serie de entidades culturales impulsaron una campaña para convertir el “Canto a la Libertad” en himno de Aragón. La iniciativa legislativa no fructificó a causa de la aritmética parlamentaria, pero dejó diferentes iniciativas culturales (libros, fiestas, una exposición, un audiovisual, etc.) y la certeza de que un mensaje volcado en valores universales, vivido por el pueblo, puede ser también un poderoso elemento de identidad.
… pasando por Aragón
Escucha estos temas musicales planteados por diferentes artistas aragoneses. Tienen en común el tener a Aragón como protagonista de forma integral (a su manera son también himnos)
¿Detectas en ellos influencias de Labordeta o, al menos, te recuerdan a alguna de las canciones de las que hemos hablado?
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